¿Brutalidad policial o legítima defensa?
¿Has oído hablar del caso de Levar Jones, que fue detenido por no llevar supuestamente puesto el cinturón de seguridad y acabó tiroteado por el agente?
Si no has oído hablar de este caso, te animo a que veas el vídeo de la cámara del salpicadero del agente. Cuenta toda la historia:
Esencialmente, el ciudadano en este caso estaba en una gasolinera. Acababa de aparcar y el policía estatal también acababa de hacerlo. El policía dijo que vio que el Sr. Jones supuestamente no llevaba puesto el cinturón de seguridad, y el policía inició una parada de tráfico en el aparcamiento de la gasolinera.
Todo eso está bien, hasta que las cosas se ponen terriblemente mal. El policía estatal le pide al ciudadano su licencia. El ciudadano parece lanzarse hacia su coche para coger algo. El vídeo no capta si el Sr. Jones le dijo algo al agente o si simplemente se dio la vuelta hacia el coche.
Ese movimiento sobresaltó definitivamente al policía, que sacó inmediatamente su arma y se colocó en posición defensiva alrededor del vehículo. El policía empieza a gritar al ciudadano "¡salga del coche!". Mientras lo hace, el ciudadano sale del coche y se da la vuelta rápidamente. Y el policía dispara varias veces contra el Sr. Jones.
Actualmente el policía estatal está acusado de agresión y lesiones, y el Sr. Jones camina con bastón.
La cuestión más importante en este caso es si el policía hizo un uso adecuado de la fuerza.
Desde el punto de vista de una persona corriente, es ridículo que un agente sacara un arma en esta situación. No había ningún arma en el vehículo del Sr. Jones. Un ciudadano común podría pensar que es una locura que este oficial hubiera sacado su arma.
Pero hay que ponerse en el lugar del agente. Estos hombres y mujeres que hacen cumplir la ley nunca saben lo que puede hacer la otra persona con la que interactúan. Siempre están en guardia para asegurarse de que pueden volver a casa al final de su turno y ver a su familia.
Eso no quiere decir que siempre deban sacar su arma y disparar a la gente. Sin embargo, cuando una persona hace algo que parece sospechoso o fuera de lo normal, tiene sentido que un agente se ponga a la defensiva. Nunca se sabe cuando eres un oficial si esta persona es buscada por algo o tal vez lleva drogas, lo que haría a la persona extremadamente peligrosa incluso para una simple parada de tráfico.
Si este agente estaba justificado o no en su uso de la fuerza es algo que tendrán que decidir los tribunales. Es muy tentador para nosotros cuestionar a los agentes, pero siempre tenemos que intentar analizar la situación desde ambas perspectivas.